Reseña: Sueños de piedra - Iria G Parente y Selene M Pascual

Titulo: Sueños de piedra

Autoras: Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Páginas: 573

Serie: Marabilia 1/3

Editorial: Nocturna

Érase una vez un reino muy, muy lejano donde un príncipe premió a un mago por ayudar a rescatar a una joven en apuros.
Encantador. Lástima que nada de esto sea verdad.
En realidad, el príncipe sueña con gloria y venganza; el mago, con que sus hechizos no sean siempre un desastre y la joven en apuros, con huir de un pasado que la atormenta... y del recuerdo del hombre al que ha matado.
Érase una vez...

Tenia muchas ganas de leer este libro, después de leer tantas reseñas positivas y de ya haber leído otros libros de las autoras (Alianzas, Encuentros y Rojo y Oro) y todos haberme gustado mucho. Este no ha sido la excepción, aunque también es el más duro de leer por el tema que trata, pero es eso, también, lo que lo hace especial.

Sueños de piedra se trata de un libro de fantasía, pero como ya nos tienen acostumbradas estas autoras está muy centrado en los personajes, sus sentimientos, miedos, deseos, aspiraciones, evolución... y tratando también temas muy importantes como el feminismo y el machismo, la prostitución, violación, maltratos... y las secuelas que ello deja, los miedos, pero también la esperanza de que todo se puede superar y el también la lucha por lograr nuestros sueños. Temas que deberían estar más presentes en mas libros, sobretodo juveniles.

El libro comienza con los dos personajes principales, Arthmael y Lynne, que no se conocen de nada. Ella es prostituta desde los catorce años, pero ya esta cansada de esa vida que solo le reporta cosas malas y por lo que huye en busca de su libertad. Él es el príncipe de Silfos, un país de Marabilia, heredero a la corona, hasta que su padre, el rey, le informa que el nuevo heredero es Jacques, un hijo recién descubierto que tuvo con otra mujer antes de casarse. Arthmael se disgusta y parte del reino en busca de convertirse en un héroe y demostrar a su padre y al pueblo que se preocupa por ellos y que puede ser un buen rey. En esta huida ambos se encuentran y aunque al principio se llevan a matar acaban viajando juntos, con la compañía de Hazan un pequeño aprendiz de hechicero.

Arthmael, al principio es un muchacho arrogante, chulo, superficial, egoísta y muy machista (no solo él, sino que el mundo donde vive también lo es, un mundo donde las mujeres no pueden reinar), pero poco a poco y según se va relacionando más con lynne y con hazan ,va cambiando y tomando conciencia de las cosas. A veces me dieron ganas de matarlo, menos mal que lynne nunca se amilano.

Lynne, nunca lo ha tenido fácil y le ha tocado vivir una vida que nadie se merece a merced de  que otros podían hacer con ella lo que quisieran y privada totalmente de su libertad. Decidida y fuerte por conseguir su libertar y perseguir sus sueños y por no volver a dejar que la traten como si no fuera nada ,pero también frágil por todo ese daño que le hicieron del que poco a poco se ira recuperando.

Me ha gustado mucho como las autoras han sabido plasmar esa fuerza exterior pero también esa fragilidad, esos miedos y dudas que lleva dentro, con tanto realismo que es imposible no empatizar.

Hazan, es un muchacho de cartorce años aprendiz de hechicero y que necesita encontrar una cura para su hermana enferma, Arthmael y Lynne le acompañaran y lo ayudaran. Es algo torpe, inocente tierno y siempre le toca estar en medio en las disputas entre Arthmael y Lynne.

Como ya dije antes, este es un libro de personajes, pero también nos encontraremos con muchas aventuras y aunque trata temas delicados de una manera cruda y real, también hay momentos para reír, para el amor, y para la esperanza. Es un libro que engancha mucho y que también cuenta con varios giros inesperados en la trama que descolocan.

El final es muy bonito y nos dejan con una gran sensación de esperanza.

Valoración final: